Ca Peter & Lisa / David Estal

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Descripción enviada por el equipo del proyecto. La vivienda está situada entre medianeras en una parcela del histórico barrio del Cabanyal, en una de las calles longitudinales Norte-Sur, paralelas al mar. Se trata de una rehabilitación integral de una casa-patio de 1925, pasante Este-Oeste, que aprovecha la ventilación cruzada y el acceso directo desde la calle, virtudes propias de la trama urbana marítima. Su forma rectangular alargada (27,7 x 5,4 m) en planta permite un patio (o corral) soleado con la sombra y alimento de dos limoneros, que articula la pieza principal de otra menor ubicada al fondo, anteriormente almacén o taller de botones, sobre la cual existe una terraza a la que se accede desde el mismo patio por una escalera pegada a la medianera. La superficie total de la intervención es de 150 m² de parcela y 106 m² de superficie construida a partir de una intervención que respeta las volumetrías pre-existentes.

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Después del derribo se investigó sobre el progresivo avance de la casa hacia el patio según la necesidad de más habitaciones interiores y la sobreelevación practicada en los años 50 que sustituyó la cubierta de dos aguas y doble crujía tradicional de casa de pueblo, por las dos alturas actuales sostenidas por una nueva estructura de hormigón armado (algo novedoso para la época en arquitectura doméstica y usado como estructura isostática de madera), que dio paso a tres crujías con pilares de ladrillo macizo. Posteriormente, el típico cuerpo lateral de la cocina (el hogar) se acabaría cerrando hasta llegar a cuatro crujías, oscureciendo aún más el interior y construyéndose un volumen saliente hacia el patio para albergar el baño.  Debido a ello, el reto principal de la actuación era introducir luz natural en el espacio construido y hacerlo más cálido y habitable para las nuevas necesidades.

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Así pues, la idea básica de esta rehabilitación, visibilizando las trazas construidas y sin que el esfuerzo de restauración sea ortopédico, ha consistido en recuperar aquellos elementos vinculados a la manera de vivir del Cabanyal, potenciando la relación con la calle, la ventilación cruzada, la centralidad del patio y la altura original (de 3 a 4m) mediante una materialidad mediterránea que contraste la calidez de los acabados, sencillez constructiva y texturas tradicionales con una propuesta contemporánea de espacio más diáfano que el estado anterior a la obra. Y todo ello, ha sido satisfactorio gracias a la complicidad y disfrute entre cliente, constructor, arquitecto y vecinos en un barrio que sin duda se merece su rehabilitación con optimismo renovado: por lo que fue, por lo que es, por lo que será y por lo que tantos ciudadanos hemos peleado.

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